Cristina Iglesias (San Sebastián, 1956) es una de las escultoras españolas más influyentes en la escena internacional. Formada inicialmente en la Facultad de Bellas Artes de Barcelona, amplió sus estudios en el Chelsea College of Arts de Londres, explorando desde sus inicios técnicas y materiales innovadores. Ya en sus primeras exposiciones en la década de 1980, Iglesias demostró un claro interés por la relación entre escultura, espacio arquitectónico y experiencia sensorial. Sus grandes instalaciones, a menudo dispuestas en espacios públicos o museos, combinan metales, resinas, agua y elementos orgánicos con el fin de suscitar en el espectador una sensación de inmersión. Su preocupación por los umbrales y la ambigüedad del entorno se ha mantenido constante a lo largo de su trayectoria.
Sin título se encuadra en la etapa en la que Cristina Iglesias comenzaba a consolidar su lenguaje plástico, caracterizado por la manipulación de superficies y la utilización de materiales industriales. Realizada con cemento y aluminio, la pieza presenta un rectángulo central con una serigrafía sobre cobre —una técnica muy utilizada por la artista durante los primeros años 90—. La zona de cobre presenta una imagen monocromática de un paisaje natural, probablemente un bosque o una porción de monte donde se distinguen árboles y vegetación. El contraste es muy sutil, pero se aprecia con claridad cómo los tonos cobrizos definen la imagen entre la calidez metálica y la frialdad del cemento. Esta tensión nos recuerda el interés de Iglesias por los espacios de transición —zonas donde se diluyen las categorías convencionales—, por lo que la obra sugiere un pasaje simbólico o un “umbral”. Parece como si observáramos la imagen desde el interior de una roca o un edificio. El marco actúa así como un elemento divisorio entre el “afuera” y el territorio del espectador, un concepto ampliamente trabajado por la artista en sus trabajos arquitectónicos, como es el caso de las puertas realizadas para el edificio de la ampliación del Museo de Prado.
La obra de Cristina Iglesias está presente en los principales museos del mundo, entre ellos el Reina Sofía de Madrid, el Centre Georges Pompidou de París, la Tate Gallery de Londres, el MoMA de Nueva York o el Guggenheim de Bilbao.