Esta fotografía muestra un paisaje costero en la isla de Benbecula (Escocia). El fotógrafo utiliza un encuadre amplio en el que la línea del horizonte se extiende casi imperceptiblemente ocupando todo el ancho de la imagen. La gran escala de la fotografía, de casi dos metros de alto por dos y medio de ancho, invita a contemplar la imagen como si uno se adentrara físicamente en esa quietud marítima. El uso de un cromatismo suave, con predominio de azules casi desvaídos y grises tenues, acentúa la idea de un tiempo suspendido, reforzada por la larga exposición que borra los detalles y otorga un aspecto estático y etéreo a la superficie del agua y el cielo.
A lo largo de su trayectoria, Elger Esser ha presentado exposiciones individuales en instituciones como el Museum Kunstpalast de Düsseldorf (2021-2022) y la Parasol unit de Londres (2016). Su obra forma parte de colecciones públicas, entre las que destacan las del Centre Pompidou y la Bibliothèque Nationale de France. Además, ha participado en numerosas muestras internacionales de fotografía contemporánea. Entre los reconocimientos que ha obtenido figuran el Rheinischer Kunstpreis (2010) y el Oskar Schlemmer Prize (2016).