Red Crossing Red exhibe un amplio campo cromático dominado por diferentes matices de rojo que transitan, casi imperceptiblemente, hacia zonas oscuras próximas al negro o al granate. El formato cuadrado de la tela refuerza la sensación de simetría, mientras las gradaciones del pigmento generan una suerte de halo en continuo desplazamiento. La superficie, aparentemente lisa, está construida con capas sutiles de óleo que, al fundirse, difuminan los bordes entre un tono y otro. Freeman aprovecha la tensión entre la uniformidad del color y la ligera vibración de los matices para crear una experiencia hipnótica. La fusión y el tamaño de la tela generan un campo en el que el cerebro percibe continuos cambios en la intensidad luminosa, logrando transmitir al mismo tiempo calma y energía. La paleta parece fluir sin rupturas abruptas desde un centro irradiado de luz que, progresivamente, se va apagando o intensificando en las esquinas.
Su obra forma parte de colecciones públicas y privadas de relevancia, incluyendo la Frederick R. Weisman Art Foundation en Los Ángeles y el Parrish Art Museum en Water Mill en Nueva York.