• Torre Iberdrola 003
      

Torre Iberdrola 003 (2011)

Sin haber sido alumno de los Becher, Aitor Ortiz podría ser calificado como tal a la vista de sus trabajos, centrados desde sus primeros momentos profesionales, casi obsesivamente, en la arquitectura; sobre todo en sus estructuras, esas que cuando el edificio queda concluido se subsumen bajo capas de paredes y ornato que buscan embellecer lo que para él ya es hermoso por sí mismo.

La fuerza del hormigón armado, su textura levemente rugosa, la repetición tendente a lo infinito de los pilares verticales y forjados horizontales, y el gris que lo caracteriza poseen la poesía necesaria para extraer de todo ello un mundo de imágenes que podrían ilustrar un relato cuya trama se desarrollara en una ciudad a medio camino entre la ciencia ficción y Jorge Luis Borges o Italo Calvino.

La construcción de edificios, puertos o infraestructuras de todo tipo es un proceso que se desarrolla a una cierta velocidad y que va ocultando aquello que va realizando hasta llegar al punto de acabado final. Ortiz aprovecha los momentos transitorios de diversos estados de obra, que desaparecen o se transforman en cuanto el siguiente estado de obra se ha alcanzado, para atrapar una belleza efímera e incomprensible pero real.

La piel ha sido, por el contrario, lo que ha interesado al fotógrafo en esta imagen. El contraste entre dos pieles translúcidas: la de la Torre Iberdrola y la de la Biblioteca de la Universidad de Deusto. El orden y la regularidad acristalada de sus fachadas conviven con las leves curvaturas de ambas hasta hacerlas converger en un punto en el que se funden.

 
Torre Iberdrola 001
2011
Torre Iberdrola 002
2011
 
Torre Iberdrola 001
2011
Torre Iberdrola 002
2011